En física, un salto cuántico es un cambio brusco del estado físico de un sistema cuántico de forma prácticamente instantánea.
¿Qué es eso?
Más simple, te ha ocurrido que conoces de alguien que pasa por una etapa muy dolorosa, quizá de pérdida, estrés o ansiedad. Pero contrario a todo pronóstico, pasado un lapso corto de tiempo, vez cómo esta persona ahora corre en un maratón, escribe un libro inspiracional o de pasar tiempo desempleado es ahora un exitoso emprendedor o ejecutivo.
¿Pero qué hizo?
Quizá despertó un día. Llegó a esa etapa donde se cansó de auto compadecerse, supo que estaba en él o en ella el poder de cambiar las cosas, no esperó el tiempo correcto ni las situaciones perfectas y tomó riesgos.
¿Te atreverías a pasar de A a D de forma casi instantánea?
Pues las noticias son que para dar ese salto cuántico, lo más difícil por atravesar está dentro de nosotros mismos. Tomando en cuenta que muchas veces desconocemos qué es lo que realmente queremos, qué es lo que nos apasiona y saber exactamente a dónde queremos llegar. Está claro que estamos en A, pero cuál es la D, ¿Has visualizado claramente tus sueños y tus proyectos?.
¿Cuáles son tus objetivos, cómo te quieres ver, qué quieres aportar a este mundo?
Ten un por qué, y ya estarías prácticamente flotando en tu camino de la A a la D.
He aquí el primer gran reto.
Cuando venzas tus miedos y creas en ti mismo, ese día estarás donde quieres estar, sin olvidarte de disfrutar el proceso.
Ve y ¡Salta!
Nos vemos al otro lado del puente donde se posan nuestros sueños. Allí estaremos.
“No tienes que ser grande para empezar. Pero tienes que empezar para poder ser grande”—Zig Ziglar